Escuchar para ser yo mism@

dilruba, yoga del sonido

Aparecen unas primeras notas y de pronto toda una fórmula se estructura desde mi cupero hasta lugares de mi que apenas sé como nombrar.  Lugares que me ofrecen perspectivas únicas, vistas privilegiadas a éso que se presenta, desde lo que siento. A ti te sucede también. A todo el mundo.  Lo que pasa es que, así como hemos aprendido a ver, casi no vemos. Casi no nos vemos

Reviso como fui tomando prestadas fórmulas. Me ofrecieron normas y códigos de conducta en todos lados. Educación, cultura, moral, … Le pusieron mucho empeño a la fijación de todo este amplio compendio de directrices y limitaciones  que – como barreras – fueron cercando una vida silvestre hasta convertirla en un jardín al borde de lo mustio. 

¿Qué me sienta bien? ¿Qué me hace sonreir? ¿Qué detesto o me disguta? ¿ Qué se me suele escapar?  

La obediencia trae consigo la ceguera.  Sin saberlo,  sólo per encajar, cumplir, vamos soplando sobre la llama de nuestra propia mecha y – un día – somos tan del sistema y tan poco de nosotros mim@s que se nos da el apagón.

Aquí estuve buscando el interruptor un buen rato. Se prendieron algunos focos. Muchos quedan por encender todavía, pués tantos son los cielos por descubrir!  Pero hoy me veo un poco más en este fulgor modesto de mi llama. Un fuego que me consdierar y que cuido cada día para su mayor calibre.

Así que ahí te va una invitación a la revolución. Una mano tendida a por el levantamiento de la chispa de tu propia visión. De tu propia voz. Un viaje de regreso a la vida que ya corre en ti. 

Y para empezar te propongo algo.  Puesto que el sonido nos ofrece oportunidades de establizarnos en nuestra propia perspectiva de las cosas vayamos a por la oportunidad de aprendernos la mecha:

– siéntate con la espalda recta, cierra los ojos.

– escucha, toma aire y suelta una nota larga que al principio pude nacer como un suspiro. 

– estabiliza este circuito entre respiración y expresión y viaja en él por 5 minutos.

¿Cómo te sientes?  ¿Cómo ves el mundo desde ahí, desde ti?

Cuéntame! Me encantará compartir un ratito de conversación contigo!

Deja un comentario

¿Te puedo ayudar?